Llevo varios días preparando un comentario sobre todo este lío del nacionalismo catalán, la consulta y la Democracia, pero no termino de encontrarle el punto justo, incluso me he atrevido a proponer mi solución ideal y pretendo aventurarme con una suposición sobre qué ocurrirá realmente, pero no terminan de convencerme mis propias palabras, temo excederme o quedarme corto, que las situaciones que planteo sean improbables o puede que directamente increíbles, que mis argumentos no estén bien fundados o que no sepa explicar por qué sé lo que sé o, mejor aun, lo que intuyo, y entre todo este jaleo me he dado cuenta de que no se trata sino de otra historia más, de que las inquietudes, las inseguridades y en suma los problemas para hallar el relato correcto, con la dosis justa de cada uno de sus ingredientes que lo hagan a la vez creíble y osado, no se diferencian mucho de los que padezco a la hora de elaborar cualquier otro relato (de supuesta ficción), y he empezado a preguntarme hasta qué punto no es la historia, no son nuestras vidas, sino los relatos de otros, quizá de un vietnamita que se fija en una fotografía extranjera en el papel con el que envuelve un pescado, o de un vallisoletano que algún día mirará un holograma de historia de principios del siglo XXI, o por qué no de un escocés, tal y como ahora son sus vidas y sus decisiones un relato para nosotros; y es posible que todo sea una broma cósmica, aunque seguramente es que no tenemos otra forma de pintarnos el mundo y tratar de comprenderlo que narrárnoslo a nosotros mismos o a otros. Sí, ya sé, no es nada nuevo, no soy ni mucho menos el primero que dice algo así, pero eso solo refuerza la idea; en cualquier caso, si tenemos que narrarlo, también tenemos que recibir esas narraciones, tan importante es dar como recibir, y pobres aquellos que no reciben porque tampoco podrán dar, o viceversa. Supongo que es por esto por lo que estudié en realidad, para contar historias, supongo que es por esto por lo que escribo y supongo que es por esto por lo que aprecio sobretodo las historias que transmiten algo, que ayudan a reflexionar, a conocernos, que nos dejan un poso y de las que, quizá por eso, es también tan difícil desprenderse. Últimamente he vuelto a sentir esa sensación agridulce de quedar ligado a una historia, de recibir el tesoro infinito de una pequeñísima luz con la que alumbrar un poco el mundo y de tener que encargarme de ella yo solo, custodiarla, alimentarla en lo posible o al menos no olvidarla al tener que pasar la última página, me ha ocurrido tras leer la magnífica Atlas de geografía humana y pasar a El emigrante para continuar con Memorias de una vaca sin quitarme aun el sabor de esas cuatro mujeres y sus lecciones. Sí, también lo sé, esas tres historias no se parecen en nada (o quizá sí, ¿no todo trata acaso de lo mismo?), pero eso es lo que tiene ser un lector sin rumbo, simplemente curioso o, más bien, ansioso, ansioso por entender aunque no esté completamente seguro de qué o incluso no quiera creer lo que quizá ya he entendido; quizá por no saber a dónde voy, voy a más lugares aun sin moverme, y quizá por eso se me hace tan difícil desprenderme de una historia cuando me ha iluminado un poco, aunque sea muy poco, y descubro que quizá esos de alrededor tan semejantes en apariencia son realmente semejantes, y que uno no está solo a pesar de que nos empeñemos en estarlo desde que hace ya tanto alguien dijera ¡cuidado! para no decir miedo y todos siguiéramos desde entonces narrando la misma historia, y que los caminos extraños y tortuosos que traza mi espíritu son en realidad los que traza el tuyo, y que todos nos hacemos las mismas preguntas, preguntas que no pueden ser respondidas, que solo pueden ser aliviadas con una mano, una caricia, un gesto o hasta un beso si tenemos suerte y cuya importancia radica no en sí mismos y ni siquiera en cómo se proporcionen, sino en dónde nacen y a dónde permitimos que lleguen. Sin embargo en otras ocasiones todo es completamente distinto, y se descubren otros mundos, otras realidades y sentimientos inimaginados, incluso inexplicables y posiblemente no compartidos o hasta rechazados, y aunque en esos momentos aprendemos más, y nos divertimos más, y se nos pinta un mundo tan apasionante como nuevo, nace en lo más hondo la semilla que habrá de germinar de nuevas preguntas. Y la duda eterna. Y no paramos de preguntar, y de tratar de responder, no paramos de narrar y de ser narrados, no paramos nunca de buscar. Yo, al menos, no paro de hacerlo, pero eso sí, sin rumbo alguno, porque alguien me contó una vez una historia ridícula: que en realidad no importa qué se busca, sino la búsqueda en sí, y aun estoy tratando de atreverme a entender esa historia.
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Hoy os dejo un botón, porque en multitud de ocasiones se tiende a omitir las preposiciones y partículas necesarias en determinados verbos y expresiones, produciendo aberraciones en el lenguaje; especialmente sangrantes son los casos del queísmo y dequeísmo. Con un poco de atención todos podemos hablar y escribir mejor.
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE insistir en que, y no insistir que Insistir en es la construcción adecuada para este verbo según indica el Diccionario panhispánico de dudas y, por tanto, se recomienda evitar la expresión insistir que sin la preposición en (porque ese sería un caso de queísmo). En los medios de comunicación se pueden leer u oír frases como «Ahmadineyad insiste que Irán cumple las reglas de la OIEA», «Rusia insiste que entrará en la OMC con Bielorrusia y Kazajistán» o «Miley Cyrus insiste que no colaborará con los Jonas Brothers». El verbo insistir es intransitivo, por lo que no puede tener complemento directo. Con este verbo, lo apropiado es que aquello en lo que se hace hincapié o en lo que se persiste se exprese precedido de la preposición en, por lo que en los ejemplos anteriores lo correcto habría sido «Ahmadineyad insiste en que Irán cumple las reglas de la OIEA», «Rusia insiste en que entrará en la OMC con Bielorrusia y Kazajistán» y «Miley Cyrus insiste en que no colaborará con los Jonas Brothers». Dos post en un día, estoy que me salgo, pero es que he visto dos cosas que necesito compartir, quizá por separado no tuviesen el mismo impacto, pero a veces la vida es así, se suceden hechos, noticias, acontecimientos en apariencia inconexos o hasta anodinos que juntos parecen reforzarse hasta alcanzar significados imprevisibles y directos como si te señalaran solo a ti entre una multitud, y cuando sucede eso empiezas a buscar relaciones extrañas porque no puedes creer que todo se deba a una Diosa Casualidad que, per se, no puede existir, es entonces cuando inevitablemente te preguntas si la vida te está hablando.
Os dejo los enlaces a un texto y un vídeo (como siempre pinchando sobre la palabra en azul), aparentemente no tienen relación, o quizá sí Buenos días a todos:
Hoy os dejo un enlace a una noticia de divulgación científica sobre los últimos estudios acerca de los beneficios de la lectura, y es que el cerebro, muy al contrario de lo que nos enseñaron de pequeños, cambia y evoluciona, adaptándose a las circunstancias y estímulos mediante el establecimiento de nuevas conexiones sinápticas o su destrucción, es lo que se denomina plasticidad cerebral (yo la descubrí a través de los libros de Eduardo Punset, que por supuesto os recomiendo). Recordadlo la próxima vez que vuestros hijos os digan que les duele la cabeza al estudiar, no es ninguna tontería, sino un proceso lógico y natural al adaptarse el cerebro a la nueva tarea y los nuevos conocimientos, como si dijéramos, agujetas mentales, ¿no se ha dicho siempre también que el cerebro es como un músculo? Pues eso sí que era verdad. Podéis leer el artículo aquí, y os animo a todos a profundizar en el interesantísimo concepto de plasticidad cerebral. Un saludo. Inicio hoy una nueva categoría en el blog como parte de su vocación de servicio público :) Supongo que muchos ya conoceréis la Fundación del Español Urgente (FUNDEU), una fundación que vela por nuestro idioma y que ofrece la maravillosa posibilidad de corregir dudas lingüísticas, y en un plazo bastante ágil. Os recomiendo que todos aquellos que tengáis alguna duda, o simple controversia, salgáis de duda consultando el asunto con ellos (www.fundeu.es). También ofrece recomendaciones diarias, a quienes se suscriban a este servicio, vía correo electrónico, de ellas os ofreceré a partir de ahora las que considere más interesantes, a ver si entre todos conseguimos mejorar un poco el uso y conocimiento de este maltratado idioma nuestro. Un saludo. moda: extranjerismos con equivalente en español
Con motivo de los diversos eventos y encuentros de moda que se programan a lo largo del año por todo el mundo y de la expansión de la prensa especializada en este sector, es frecuente encontrar en los medios de comunicación términos extranjeros que se recomienda evitar y utilizar en su lugar sus respectivas alternativas en español. Cabe destacar los siguientes: backstage : bambalinas, bastidores casual : (estilo) informal catwalk : pasarela celebrities : famosos clutch : bolso de mano, bolso de fiesta, cartera coolhunter : cazatendencias o buscatendencias denim : tejido vaquero, mezclilla dress code : código de vestimenta, reglas de vestimenta fashion o trendy : de última moda, de moda, lo último, tendencia fitting : prueba de vestuario front row : primera fila glitter : brillante it-girl : chica de moda, chica icono look : imagen, estilo, aire make up : maquillaje monogram : monograma must o must have : (prendas, accesorios…) imprescindibles new face : (para modelos) cara nueva outfit : conjunto oversize : holgado paillete : lentejuela print : estampado shooting : sesión fotográfica shopping : ir de compras showroom : salón de exposición sneakers : (zapatillas) deportivas sport wear : ropa deportiva stretch : elástico top model : supermodelo tricot : punto A pesar de la recomendación general de evitar los extranjerismos siempre que tengan equivalentes en español, en este mundo de la moda hay términos extranjeros ya asentados en nuestra lengua, como vintage (ropa de [o inspirada en] hace más de veinte años), prêt-à-porter (ropa hecha en serie), atelier (taller de creación de moda) y outlet (tienda de productos descatalogados y rebajados). Se recuerda también que siempre que se utilice el extranjerismo lo adecuado es escribirlo en cursiva o, si no se dispone de ese tipo de letra, entrecomillado. |
...un escritor es «un chiflado que mira la realidad, y a veces la ve»...
La velocidad de la luz Javier Cercas Categorías
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