Continuamos con el último comentario, en esta ocasión centrándonos en los partidos políticos. Partidos políticos Con respecto a la posición de los partidos, cualquiera que se preocupe un poco de informarse puede ver por dónde van los tiros: más o menos por dónde cabía esperar, especialmente después del acuerdo IU-PODEMOS. El terror rojo, el bolchevismo… Es curioso que aquellos que se quejan cada vez que alguien habla pertinentemente del pasado y dicen mirar al futuro utilicen constantemente estos adjetivos tan actuales, parece que el subconsciente les traiciona, pero qué le vamos a hacer, la política tiene estas contradicciones. Esto obviamente viene muy bien al PP, dado que polariza la campaña entre su seguridad y moderación y la revolución bolivariano-cubano-marxista-leninista de esos rojos radicales comeniños, violamonjas, lesbianos viciosos y adoradores de Satán (que no me lo estoy inventando ¿eh?, hay documentos que lo demuestran y en algún lado estarán). Aunque deberían tener en cuenta que, especialmente en las zonas urbanas, y ahora que los ponebombas ya controlan algunas instituciones, esto puede volverse en su contra, pues estos ataques tan furibundos y desproporcionados, con esos conceptos que utilizan, se mueven demasiado cerca de —y corren el riesgo de convertirse en— simples caricaturas, retornando cual boomerang contra aquellos que los lanzaron; es cierto que pueden tener cierto impacto en personas más mayores a quienes esas palabras les evoquen recuerdos peristálticos, pero amenazan con alejar irremediablemente y aun más —si es que eso es posible— a los jóvenes[1]. Nótese que PP, CIUDADANOS y PSOE, han recurrido últimamente a descalificativos del tipo indicado en mayor o menor grado, lo que especialmente en el último caso es un error táctico importante, ¿de verdad tiene sentido que un partido supuestamente socialdemócrata, al que últimamente solo le queda reivindicar su historia incluso con saña (me temo que el recurso a las viejas glorias socialistas y las apelaciones a Suárez y la Transición solo sirven para poner música viejuna a la desesperación) pero que desde hace unos años pone en práctica políticas muy cercanas al neoliberalismo acuse de izquierdosos a sus rivales? Lanzar estas acusaciones, de corte tan ideológico, desde un partido con tan profundo descrédito en ese mismo ámbito ideológico por el que pelea como el que tiene el PSOE únicamente puede beneficiar a sus rivales; entre esto y el pacto con los de Rivera casi parece que a Pedro Sánchez le molesta el ala izquierda de su propio partido: los socialistas caminan con paso decidido por la senda de la crisis de la socialdemocracia europea, sin mirar atrás, centrados como están en jugar con su aparato, aferrándose a sus cada vez más acosados taifas y flagelándose por lo bajo a los cuatro vientos porque los votantes los están abandonando[2]. Por los mismos motivos expuestos, la polarización también beneficia a PODEMOS-IU, le aporta una visibilidad y un protagonismo superiores a los que en realidad le corresponderían como tercera fuerza, permitiéndole ningunear al partido socialista, y más importante: tiende a producir en torno suyo el mismo efecto que busca el PP por su lado: la atracción del voto útil ideológico frente a la amenaza del extremo contrario, así, estas dos fuerzas pujarán por que la campaña se convierta en un partido de tenis (o de pádel, que mola más) entre ambas, marginando a las otras dos como sus respectivas muletas para lo que venga después, apenas unas comparsas que clamarán por ser escuchadas y buscarán la iniciativa mediática y en la agenda como puedan, ¿lo conseguirán? ¿Quién dijo que el bipartidismo había muerto? Lo más sorprendente de todo es que CIUDADANOS y PSOE parecen no haberse dado cuenta o estar encantados con este papel, pues al menos por el momento sus reacciones solo lo refuerzan, por ejemplo ahora Rivera se marcha a Venezuela vaya usted a saber a qué (aunque sea evidente) y Sánchez, por poner otro ejemplo, ha reconocido casi abiertamente dicho nuevo papel que le han asignado, pues aunque ha esbozado bien el camino que debería seguir su partido al declarar que el PSOE es un proyecto autónomo, si tiene que afirmar algo semejante en público es que ya ha perdido —como mínimo— la iniciativa, y la iniciativa lo es (casi)todo en política. Además, sigue sin cogerle la medida a Iglesias y los suyos, que continúan ganándole por la mano: la oferta para el Senado no era cosa para descartar tan a la ligera, haciéndolo como lo ha hecho se ha movido un poco más a la derecha dejando todavía más desprotegida su izquierda, debería haberla valorado, habérselo pensado, haberse sentado con la coalición, incluso haber aceptado la propuesta, haberse arropado con ella hasta hacerla suya poniendo sus senadores al servicio del bien de España(=expulsar al PP) y, después, haberla hecho fracasar en las negociaciones para asignar los nombres concretos echándole la culpa a Iglesias con la acusación de que lo pretendían todo, de que no querían colaborar sino imponerse, de que son antidemocráticos y no aceptan los puntos de vista ajenos…[3] En fin, toda la retahíla habitual en estos casos y la que se les ocurriese, pero claro, eso siendo pérfido, astuto, o simplemente listo, escoja usted. Por el lado de PODEMOS-IU la oferta era redonda, si los socialistas aceptaban, miel sobre hojuelas, el mérito en el ámbito de la izquierda para ellos, o bien podrían haber hecho fracasar la propuesta en las negociaciones de forma similar a lo arriba expuesto para el PSOE si les hubiese convenido, y si estos la rechazaban, bueno, los argumentos son claros. Estas son el tipo de trampas que los de Iglesias tienden continuamente a los de Sánchez, y ellos siguen mirándose a… bueno, a donde quiera que se miren. Pedro, hijo, espabila de una vez, que te estás jugando los cuartos con expertos en comunicación política, aunque a veces se pasen de almíbar en su afán por provocar la emoción y la esperanza (el vídeo de Iglesias-Garzón pasará a los anales de los vídeos electorales, aunque más aun sus versiones en programas de humor), pero bueno, al fin y al cabo hablan de ellos, ¿no es así? La vieja izquierda Un pequeño inciso sobre los partidos tradicionales de izquierda. Qué duda cabe de que la irrupción de PODEMOS ha modificado el panorama de este sector ideológico en nuestro país, ya adelanté en su momento que el nuevo partido se haría sitio empujando a uno de los dos de toda la vida, que si no podía con el PSOE se comería a IU, o viceversa. ¿Es esta coalición el aperitivo de semejante banquete? En mi opinión, sí, y lo único que podría salvar a IU es, paradójicamente, el fracaso: si Unidos Podemos triunfa, si alcanza el gobierno o no lo hace porque el PSOE apoye activa o pasivamente a la derecha pero sus resultados son objetivamente buenos, el destino de IU estará sellado. Podrá haber divorcios más o menos traumáticos, abandonos, portazos sonados y sonoros, pero los escindidos no tendrán futuro por separado. ¿Y qué le ocurre al PSOE? Sobre este partido ya he hablado largo y tendido en los últimos comentarios, así que no voy a repetir lo dicho, solo quiero remarcar dos aspectos esenciales: en primer lugar que lo que ocurra tras las elecciones volverá a depender de ellos, que aun han de tomar una decisión clara sobre quiénes son y quién quieren ser, en la actual situación mundial no pueden posponerlo más, ¿qué ambas opciones son malas? Pues que hubiesen reaccionado antes, cuando aun estaban a tiempo. Y en segundo lugar quiero resaltar algo que creo que no ha sido mencionado con claridad, quizá por miedo, para que no se note, como si así pudiese cambiarse, pero que es evidente: el PSOE vive de los réditos rurales, en los núcleos urbanos, más dinámicos, más progresistas, donde se genera el debate y nacen las tendencias, ya ha sido superado. No sé si se comprende la gravedad de esto, especialmente para un partido progresista, el PP puede vivir desde el campo algún tiempo, el PSOE no. ¿Y qué hay de CIUDADANOS? Más allá de que Albert Rivera cada vez se gusta más a sí mismo (si es que esto era posible), y que CIUDADANOS es él, y él es CIUDADANOS, y aquí sobran las palomas (bueno, quizá Garicano), poca cosa. Su respuesta a la coalición ha sido bastante poco imaginativa, han intentado hacer bandera con el tema de los gastos de campaña, pero es algo que se agota fácilmente, de lo que no podrán sacar mucho rédito y que ha sido superado por la boda roja (todo mi reconocimiento a los guionistas de El Intermedio). Últimamente lo intentan con Venezuela, ¡qué carajo! Sí, han oído ustedes bien, la precampaña de Rivera se juega en Venezuela, ¿sabrán del siguiente advenimiento del mal cuya exclusiva nosotros aun ignoramos? ¡Inda, ilumínanos! ¿Pretenderán simplemente incrementar el perfil de ultracentrista, perdón, de moderado, y hombre de Estado de Rivera? ¿O simplemente no se les ocurre otra cosa para resaltar por encima de esos molestos pecadillos internos? Lo cierto es que intentarán corregir algunos errores de su campaña anterior (como lo de la violencia de género/familiar), pero no creo que puedan salirse mucho de su discurso, al fin y al cabo venden la misma seguridad/previsibilidad que el PP y ahí, como es evidente, no hay mucho margen para la innovación, salvo por que traten de poner en valor su intención, su ánimo colaborativo —no el acuerdo en sí, que ahora mismo es más un lastre— en ese pacto con el PSOE que es de tan difícil venta entre su electorado de centro-derecha. Por el momento ya están evidenciando las contradicciones esenciales en las que se van a mover y que supongo que serán explotadas por sus adversarios y visibilizadas así para toda la población: por un lado Rivera proclama cual Scarlett O’Hara que si de ellos depende, habrá gobierno, y por otro que jamás permitirá que el bolchevismo gobierne, qué sutil, ¿verdad, Pedro? [1] Ya he comentado en alguna ocasión la fractura generacional sobre la que se precipitan PP y PSOE, algo que debería preocuparles, y mucho, y que se superpone sobre la fractura urbana/rural a la que también se enfrentan, síntoma clarísimo de pérdida de vigor, de iniciativa, de futuro en suma. [2] El PSOE acumula síntomas de descomposición que comienzan a ser muy graves, entre ellos la propia confusión sobre lo que les ocurre. ¿Será un partido agotado al que solo le queda ir desapareciendo poco a poco? Me temo que esto es tema para otro comentario. [3] Con respecto a la constante acusación-cantinela, que casi parece ya un llanto infantil, de que PODEMOS en realidad quiere acabar con ellos o superarlos, alguien debería de decir a Sánchez y los suyos que es mejor dejar de lloriquear por lo que resulta evidente y lógico (¿es que acaso ellos no quieren ganar? ¿Y es que eso no supone superar al PP? ¿No han hecho ellos lo mismo durante años con IU?) y ponerse trabajar de verdad.
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...un escritor es «un chiflado que mira la realidad, y a veces la ve»...
La velocidad de la luz Javier Cercas Categorías
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