Este es el primer comentario de una nueva categoría del blog: Bajas en combate. Pretendo en ella dejar constancia de aquellos relatos o experiencias cuyo resultado no sea exitoso -vamos, lo que viene siendo un fracaso de toda la vida- en la tarea de abrirse camino en este mundo tan peculiar. Empiezo con el I Concurso Internacional Torrelongares de microrrelatos. Los autores que se presentasen debían tener entre 18 y 35 años y los microrrelatos debían tener un máximo de 640 caracteres; la temática era libre, pero debía hacer acto de presencia algún elemento relacionado con el mundo del vino, ya fuera de forma explícita o alusiva. Os dejo el microrrelato ganador y el finalista y, a continuación, los dos con los que yo me presenté (Maridaje y Doncella): LA PRIMERA VEZ Raúl Oliván Cortés (ganador) Mientras contemplaba el reflejo deformado de su rostro en un cáliz plateado, al lado de su futura mujer, en medio de su propia boda, con las palabras del sacerdote resonando en los rincones de su conciencia, León hubo de recordar el día en que probó por primera vez el vino. Muchos años atrás, en aquella misma iglesia después de la misa vespertina, él y otro monaguillo cuyo nombre recordaba perfectamente, escondidos en el confesionario, rodeados de un silencio que olía a incienso y madera húmeda, pensándose el Zorro y el Coyote, jugaron a beberse una botella entera. Y se dieron su primer beso. MALAS NOTICIAS Germán Bartizzagui (finalista) Querido hermano. Filtración dormitorio. Solución: sustituir tejas. Papá declinó ayuda. Resbaló. Caída libre 3m. Traumatismos. Coma profundo. Internación impagable. Nadie vende automóvil, menos hipotecar. Desconexión inminente. Máximo 2 días. Suspende luna de miel. ¡Regresa! ¿Pagarías exequias? Preferimos cofre. Nosotros bien. Recuerda vino y alfajores. Cariños. JC. MARIDAJE No hay dos iguales. Primero el aspecto, excitante, con ese vaivén tan especial y esa forma de jugar con la luz. Después, agitar suavemente, muy suavemente, no hay que excederse. A continuación viene el aroma, intenso, con matices que lo dicen todo y, si lo anterior ha ido bien, por fin el gusto, el gusto, el gusto. Ah... Y ese placer indescriptible, tan intenso, íntimo y primitivo, esencial como la vida misma. A menudo el maridaje no funciona, o funciona solo por un tiempo, pero aun así sigo lanzándome al ritual con la misma avidez cada vez que se descorcha una nueva oportunidad, en busca del maridaje perfecto. DONCELLA Me miraba fijamente. «No es verdad», dije. «Así lo cuentan». «¿Doncellas?». «Para dar mejor sabor», respondió. «¿Tú te lo crees?». «Bueno, era la Edad Media. Es solo una historia». Caí en la cuenta de que no pestañeaba. «¿Quieres otra copa?», preguntó mientras más tinto inundaba el cristal transparente. No pude resistirme. «Creo que por fin lo has conseguido, es el mejor que he probado nunca, tiene... ». «¿Cuerpo?». «Sí», le dije sin aliento y con la boca llena de sabor al que una vez fuera mi mejor amigo; no había sido el mismo desde que me confesó que haría cualquier cosa para reflotar aquella bodega, pero su vino era... Además del ganador, el jurado seleccionó 40 microrrelatos para aparecer en las etiquetas de las botellas de vino de la bodega. Creo que tendré que dedicarme a pisar uva si quiero beber un vino que tenga algo de mí. Otra vez será (espero).
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
...un escritor es «un chiflado que mira la realidad, y a veces la ve»...
La velocidad de la luz Javier Cercas Categorías
Todos
Archivos
Abril 2020
|