Llevo buscando desde el 12-O una imagen que contemplé en televisión y que me inspiró, una de esas imágenes que tienen un poder evocador superior al de cualquier colección de palabras, por larga y bien estructurada que esté, una de esas imágenes que lo dicen todo en silencio, que se lo susurran directamente a nuestro entendimiento profundo sin pasar por el tamiz de la conciencia y su molesta colección de prejuicios, ideas y pensamientos asentados, una de esas imágenes que nos hacen saber sin avisarnos, sin saber que sabemos. Pero he fracasado. Lo siento, no la encontré, lo más parecido es la que incluyo, espero que sea suficiente para que os imaginéis de qué estoy hablando. Y el caso es que me extraña, pues era una imagen con todo el potencial para ser icónica de la actual situación política española, pero claro, fueron apenas unos segundos del desfile, un momento efímero, solo una casualidad en la que esos tres personajes que a la fuerza debían saberse observados quizá se relajaron. Puede que sea mejor así, corro el riesgo de que nadie me crea, pero también puedo atesorar ese segundo único y sentirme privilegiado por él. Bueno, creo que estoy exagerando, debe de ser la lluvia. Partamos de la imagen de inicio, es la misma a la que yo me refiero, pero en un momento diferente, al fin y al cabo la vida y la política son solo un momento diferente. En mi instante, en mi colección de portavoces, todos en pie, los dos de la derecha conversan, ríen, charlan íntimamente como dos viejos amigos, girados el cuerpo cada uno hacia el otro, el resto del mundo no importa. Se diría que es una de esas parejas cuya relación está a prueba de bombas, de esos amigos que han pasado tanto juntos que se conocen profundamente, a los que les basta un gesto, una intención, para entenderse. Un poco más a su izquierda (lo que son las cosas) el otro personaje masculino los ignora, y lo hace con fuerza, con decisión y ceño fruncido, como debe de ser, dejando claro su orgullo y su indiferencia, pero buscando también a tientas los botones de su americana y revelando así su profunda inseguridad, mientras que con la otra mano aferra el paraguas que lo protege. A su lado, su mujer. El único personaje femenino, algo que sobra, que chirría, que los otros dos no tienen junto a ellos, quizá porque no les ha hecho falta llevarlas, porque ya se tienen el uno al otro; quizá porque está de más, porque ese es el sitio de los portavoces y las mujeres más o menos florero no pintan nada, pero claro, Rivera no tenía a nadie más, tuvo que ser su mujer, porque es suya, porque tiene una relación con él diferente y ajena a lo que ahí se representa, porque es de fuera, en suma, porque le hacía falta. Quizá por eso se esfuerza en mantener alto el paraguas, en protegerse junto a ella, o protegerse ambos, juntos, de la lluvia, de la que está cayendo y, sobretodo, del poco caso que le hacen los otros dos. Qué bonito es el amor y qué malo el despecho. A su lado, sin embargo, no hace falta amor, la lluvia es bastante, es incluso más fuerte (no olvidemos que es la tribuna de los que llevan la voz) por eso ambos se cobijan bajo un paraguas que sostiene quien sostiene a susurrarse quién sabe qué, y es normal, Roma no paga traidores, pero por lo menos les cobija, no se vayan a resfriar con el chaparrón. Vale, puede que me haya excedido con lo de epíteto, al fin y al cabo la política es adaptarse. ¿Echan ustedes a alguien de menos? En ocasiones las ausencias son tan importantes o más que las presencias, y mandan mensajes más potentes. Quizá si el coletas hubiese ido, Rivera habría tenido alguien con quien hablar, aunque solo fuese por aquello de las formas, aunque fuese tragándose la bilis, pero no estaba, no forma parte de la imagen, no quiso. La interpretación es libre. P.S.: Por cierto, según las últimas informaciones, en al menos una ocasión Pablo Iglesias estuvo en Nueva York, sin embargo las autoridades norteamericanas se niegan a investigar su conexión con el 11-S, este es el poder de las hordas rojas chavista-comunistas, peleemos por que se sepa toda la verdad.
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La velocidad de la luz Javier Cercas Categorías
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