Sí, he hecho el enésimo chiste sobre el nombre del ya presidente de Estados Unidos, y lo peor es que ni siquiera creo que sea original, pero no me he podido resistir. En fin, que sí, que voy a hablar del asunto de marras, como siempre intentaré dar una visión algo diferente, ya veremos si lo consigo. Lo haré en dos partes para no cansar demasiado y trataré de darme prisa, porque como siempre la realidad se actualiza más rápido de lo que yo corrijo, y así no hay manera de asombraros con mis dotes adivinatorias. Por cierto, por fin he cambiado algo el blog, espero que sea para mejor, por lo menos ahora es más fácil de leer.
Empecemos con un aviso: no hay que subestimar a Donald Trump, lo digo por si todavía no había quedado claro. Creerlo simplemente tonto es ridículo con sus antecedentes personales, y en realidad solo sirve para dar la medida de la estupidez de quien así opina, sin embargo otros calificativos pueden no ser tan erróneos, por lo menos astucia no le falta a alguien que ha llegado hasta donde él está. Dicho esto, vamos a ver si podemos desmontar un poco el personaje para hacerlo más comprensible, ya sabéis que me encanta ir por partes. Desmontando a Trump En su momento defendí que Trump no era un antisistema ni nada por el estilo, y sus primeros pasos lo prueban. Si analizamos sus primeras decisiones económicas —íntimamente ligadas a las geopolíticas, como ha de ser hoy en día y más en un país tan central en el sistema-mundo como Estados Unidos—, comprobaremos que ha comenzado atacando los acuerdos de libre de comercio. ¿Significa esto que es contrario a ellos? Sigo pensando que Trump tiene una visión, fruto de su propia experiencia empresarial, más localista (o etnocentrista) que la de otros gerifaltes económicos de su país, pero de ahí a que esté en contra de la esencia liberal o que desee ponerse en contra a todo el establishment de grandes multinacionales americanas, va un trecho. A mi modo de ver, lo que ocurre simplemente es que este Ronald Reagan de corral (como los pollos de corral, amarillos. Sí, es el enésimo chiste sobre su aspecto físico, y lo peor es que no estoy seguro… bueno, eso) pretende adecuar la situación económica y mundial al momento en que él mismo se socializó en ella, hacer que se parezca más a la época de su juventud en la que aprendió lo que era el mundo, una época en la que la Guerra Fría determinaba las relaciones internacionales en todos los sentidos y Estados Unidos mandaba sin discusión, nadie le tosía, al menos en la mitad buena del mundo. Este sería el punto de conexión íntimo y quizá la razón de su cercanía a Putin, el compartir ambos un mismo anhelo por aquel mundo claro y seguro en cuanto a la predictibilidad de las relaciones —que por supuesto lo son de poder[1]-- internacionales, mucho más desde luego que el actual mundo multilateral. Sé que esto puede parecer paradójico, pero es completamente normal desde el punto de vista psicológico: Trump reconoce en Putin una misma concepción del mundo, y por eso lo admira y se siente más cercano a él que a todos esos blandengues que hablan de organizaciones internacionales, cooperación y demás mariconadas. Bienvenidos a la política del Macho, así, en tono mexicano. Pero yo andaba hablando de acuerdos comerciales. Bien, de lo que se trata, estoy convencido, no es de abolir el libre comercio, sino de reestructurarlo un poco a favor de Estados Unidos, la cuestión es acabar con una multilateralidad en la que Estados Unidos no es más que un “simple” primus inter pares —y cada vez menos primus— para sustituirla por una red de acuerdos bilaterales en la que los americanos puedan imponer su superioridad en una relación uno-a-uno, esto convertiría a ese país de nuevo en la pieza clave e indispensable dentro de una red que tendría que pasar por él como las carreteras por el kilómetro cero de la Puerta del Sol. Así reforzaría mucho su poder, en especial —y esta es la clave en mi opinión— frente a China, volveremos sobre ello. En el fondo no es sino la misma política que pretendía, acertadamente, llevar a cabo Obama, pero por medios diferentes, la clave está en si hoy en día los Estados Unidos tienen la capacidad de ser lo que fueron, habrá que verlo. En cuanto al tratado con México y Canadá, legalmente no puede desligarse sin más, pero ya ha anunciado que lo pretende revisar, sin duda con los mismos principios que he enunciado: querrá conseguir ventajas y más centralidad para su país, mayor asimetría si lo preferís, consciente de su importancia, por no decir de lo imprescindible que es su país en esa estructura. México y Canadá acabarán tragando seguramente, pues sin los Estados Unidos ese acuerdo pierde prácticamente toda su razón de ser, además lo más probable es que pronto haya nuevos e interesantes invitados. Política económica Hay un elemento esencial que creo que ha pasado más desapercibido de lo que debiera y que está relacionado con las decisiones de Ford y Apple, de momento es solo una declaración, pero es clave a mi entender: Trump bajará los impuestos a las empresas que relocalicen su producción en Estados Unidos. Cómo se llevará esto a cabo exactamente es otra cuestión, pero la simple intención ya es bastante significativa y supone una enmienda a su machada electoral sobre que iba a obligar a las multinacionales a volver al país. Otra prueba de que no es tonto. Comenté en su momento que suponía que esa vuelta de las empresas americanas sería compensada con reducciones de los derechos laborales, lo mantengo, la cuestión de los impuestos es sin embargo más directa y supone un clarísimo alineamiento del presidente con las tesis neoliberales, al fin y al cabo si las empresas se van no es porque quieran, sino porque les resulta más barato, especialmente por los altísimos impuestos a los que los pérfidos estados las someten, pobres; pero si eliminamos eso, no hay razones para marcharse. Bienvenidos a la competencia fiscal a lo grande, el dumping social y la devaluación interna (¿les suena algo de esto?) Bienvenidos al triunfo absoluto del neoliberalismo, Reagan estaría orgulloso. Por supuesto, nace el pequeño problema de sostener los gastos públicos con reducciones de ingresos, pero semejante tontería no merece ni un segundo de la agenda de cualquier presidente que se precie: se eliminan gastos y listo, Trump ya está en ello. Un apunte en cuanto a la pérdida de derechos laborales y rebaja de impuestos a las empresas (que no a las personas físicas, al menos no significativamente, aunque probablemente sí publicitariamente): en Estados Unidos les importa un bledo aquello por lo que decimos escandalizarnos en Europa, allí los trabajadores industriales, los que han sufrido la deslocalización en el centro del país y en otras áreas, no son pobres y/o desde luego no se consideran pobres, solo estafados o abandonados, por ello no se sienten implicados ni conmovidos por las políticas hacia los pobres y su posible pérdida, eso son cosas de liberales de clase media alta de las ciudades; además opera el típico carácter constitucional[2] americano liberal, según el cual, si alguien quiere salir de la pobreza, que trabaje --al fin y al cabo a mí nadie me ha regalado nada, si alguien está peor que yo, es porque es peor que yo y no tengo por qué mantenerlo con mis impuestos--, más o menos. Ah, y por cierto, la bolsa disparada, ¿no indica esto bastante claramente lo que opina Wall Street del monstruoso presidente? Bien, tenemos unilateralismo y neoliberalismo económico, el siguiente aspecto a analizar es lógicamente la política exterior, íntimamente relacionada con lo anterior, pero eso, de momento, lo dejamos para otra ocasión, tendréis que esperar. Sí, ya sé que no es como el final de una temporada de Juego de Tronos, pero es lo que hay. [1] Por si alguien no lo ha notado, y aunque no recuerdo que lo haya declarado abiertamente en ningún lado, como el resto de republicanos, Trump es un realista de manual, en el sentido del manual de la Realpolitik, por supuesto. [2] No en el sentido jurídico, sino en el de original, constituyente de la esencia del país.
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...un escritor es «un chiflado que mira la realidad, y a veces la ve»...
La velocidad de la luz Javier Cercas Categorías
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Abril 2020
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