Haz clic aquí para editar.Empezar con una felicitación de Año Nuevo parecería extraño, extemporáneo, tan ridículo al menos como decir extemporáneo, pero qué demonios, al fin y al cabo es la primera vez que escribo desde el año pasado (y ya he escrito extemporáneo y qué demonios) así que… ¡Feliz Año Nuevo!
Sí, se acabaron las vacaciones, hace tiempo la verdad, pero ese tiempo ha resultado escaso y así seguirá, así que me daré prisa. Han sucedido muchas cosas durante mi silencio: PODEMOS, PSOE, TRUMP… tantas que me hubiese gustado comentar que no sé por dónde empezar, las ideas me queman en los dedos, pero por el momento solo puedo soplármelos, haber (¿os ha hecho daño? Pues militad para acabar al menos con esta aberración) si pronto puedo calmarlos contra el teclado. Por el momento iré con algo más rápido, algo que no precisa de tanta reflexión, contaré una historia, una historia verídica, eso sí, para que veáis cómo está el mundo. En noviembre del año pasado tuve noticia de una editorial nueva y pequeña, una editorial que se promociona en su página web como una editorial de y para los autores, una empresa volcada con ayudar a los que empezamos en este mundo, una empresa seria que da una oportunidad a las obras que las más grandes rechazan casi por principio. Y que además afirma que al autor, le cuesta “¡CERO EUROS!” publicar con ellos. Ya imagináis por dónde voy, no dije que esta historia tuviese un final feliz. Hablé con la editora y acordamos que le enviaría mi original. Prevenido como estoy por cierta desconfianza genética y por todo lo leído en internet, le envié El ángel herido. No engañé en ningún momento, le informé de la historia de la obra y de su disponibilidad en Amazon. Apenas un mes después, un plazo corto que ya resulta sospechoso, me informaron de que les habían pasado un informe positivo de la novela y que por su parte estaban listos para publicarla. Bien, maravilloso incluso. Entonces vino el momento del contrato. Negro sobre blanco, las cosas cambiaron y las promesas, ni os cuento. Para empezar la tirada ya no se decidía entre autor y editorial, como publicitaban en su web, son tiradas sucesivas de 25 libros. El apoyo al autor y, más importante si cabe, a la obra, desapareció: no se comprometían a realizar trabajo, revisión o mejora alguna pues “No forma parte de las obligaciones del EDITOR la corrección y revisión del texto de la obra, que se le entregará ya en su versión final por el AUTOR, recibiéndose manuscrito debidamente corregido y tal y como ha de publicarse por el EDITOR […]”. ¿Y dónde quedaban los CERO EUROS? Pues en que “El AUTOR tiene que agotar y distribuir un mínimo de 25 libros el día de su presentación y en los diez días posteriores a ésta, teniendo en dicho plazo que abonar el importe completo de esos 25 libros al precio fijado por el EDITOR […]”[1]. Después de eso, la editorial lanzaría tiradas de 25 libros a medida que se fuesen agotando. Mi respuesta fue tajante y no he recibido réplica desde antes de navidades, no creo que la reciba. No es el modelo de negocio lo que me irrita, al fin y al cabo cada uno puede ganarse la vida como quiera, siempre y cuando no pretenda engañar a nadie, pero no es este el caso, tenéis los datos. Por desgracia no es más que otro intento de aprovecharse de la ilusión de personas que, mejor o peor, luchan por un sueño mediante una de las tantas variantes que hay de editoriales que no son tales y que pretenden publicar a costa de los autores, sin aportar ellos más que una exigua, muy exigua, red de distribución y una prácticamente nula promoción, empresas que repiten este modelo en una especie de bombardeo por saturación esperando obtener beneficio de la masa de amigos y parientes, y algún que otro incauto que adquiera uno de sus títulos aunque solo sea por casualidad. No buscan calidad, sino cantidad, mantenerse y ganar dinero con los réditos marginalistas de la cantidad de obras que, en tiradas ridículas, colocan en su página web o en las escasas librerías en que el autor, que es quien al final tiene que hacer todo el trabajo, logre por pena o insistencia un pequeño espacio. Reconozco que es un camino como otro cualquiera para cumplir el sueño de llegar a ver tu obra publicada, no es el mío, pero hay gente a la que le puede servir, no es eso lo que critico, sino la forma en que se vende, esos ¡CERO EUROS! mentirosos, todo ese supuesto apoyo al autor, critico la mentira. Aunque en el fondo lo comprendo, ¿cómo iba a sobrevivir esta clase de negocio si no se adornara un poco? Por mi parte, seguiré buscando una editorial tradicional, una de las de toda la vida, que juzgue la obra por su calidad y (lamentablemente también) por sus posibilidades en un mercado tan difícil y que quizá algún día vea algo en alguna de las mías que le impulse a apostar por ella, a jugarse SU dinero y poner SU trabajo, solo entonces sabré realmente que apuesta por la obra y por mí y solo entonces responderé. P.S.: por fin he terminado de recibir los primeros comentarios a Los dos entierros de Feliciano, muchas gracias a todos. No son profesionales, pero si unánimes: la novela es difícil y eso la afecta. Yo ya lo sabía, por supuesto, pero no pensaba que fuera una impresión tan… unánime. Seguiré informando. [1] El subrayado es mío
6 Comentarios
PELEPE
27/1/2017 01:31:26 pm
La lucha por la izquierda solo puede ser ideológica. La derecha ya tiene un claro representante de su manera de afrontar el futuro, Tramp.
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Sergio
31/1/2017 11:41:50 am
Gracias por tu comentario, Pelepe. Para ti quedará siempre el honor de haber sido el primero en hacer un comentario en mi web.
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Neón
28/3/2017 08:53:30 am
Aunque hace ya algún tiempo que se publicó este post vivo con un poco de retraso tecnológico y me gustaría responder ahora...
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Sergio
28/3/2017 10:29:11 am
Gracias por tu comentario, Neón. Da gusto encontrar a gente que aprecia mi trabajo, eso siempre gusta; no obstante, para próximas ocasiones, si es posible te pediría que pulieses un poco tu estilo a la hora de animar, no es que te conviertas en un "coach" argentino, pero lo de que mi escritura es difícil de comprar y lo de que "muchos artistas murieron pensando que lo que escribían no le gustaba a nadie...", lo siguiente bien, muy bien, pero eso hay que pulirlo un poco; por si acaso no te acerques a nadie encaramado a un puente hasta que hayas depurado tu estilo, es un consejillo que te doy, luego tendrías que explicar muchas cosas y eso siempre es un engorro.
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Neón
28/3/2017 12:20:56 pm
Muchos artistas murieron pensando que lo que escribían no le gustaba a nadie, pero tranquilo, esto a ti no te va a pasar porque yo te acabo de salvar!!! Ya sabes que como mínimo, hay una persona a la que le gusta lo que escribes….
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Sergio
28/3/2017 12:58:17 pm
Querido Neón, tu forma de contármelo me parece perfecta, y he entendido lo que querías decir, solo pretendía hacer una broma en la línea un tanto socarrona que pretendo que tenga el blog, quizá aun no calibro bien, la próxima vez lo haré mejor (puede).
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